Pues eso... que la entrevista fue tranquila, y no pareció que alucinaran con nuestras afirmaciones. La psicóloga insistía mucho en que nuestro ofrecimiento para nacional es mucho más difícil que para internacional, que las circunstancias de los niños son diferentes y suelen estar más afectados por las situaciones que han vivido, en si somos conscientes de lo que representa hacerse cargo de un menor con necesidades especiales... y yo creo que demostramos que sí. Al salir, pregunté que cómo iba a ser esta valoración, que cuántas entrevistas nos iban a hacer, y la respuesta fue que sólo ésta, que nuestro ci está en vigor y que esto sólo era una actualización, que pasaría consejo en marzo o abril.
¿Que es buena noticia? ¿Que porqué no estoy saltando? Pues sí, lo será, pero yo no me quiero emocionar. No quiero sentirme feliz y luego llevarme un chasco. Así que aquí estoy, negándome a hacer nada que no sea seguir con la rutina hasta que tenga el ci para nacional en casa.
Estoy muerta de miedo. Tanto, que anoche tuve una pesadilla. Soñé que nos llamaban de consellería. Una vez allí un técnico nos decía que lo habíamos hecho fatal, que no se pueden decir tanta barbaridad junta en una valoración y que era imposible darnos el ci. Afortunadamente, el asombroso parecido del técnico con el desaparecido diputado Labordeta me hizo sospechar y despertarme. Pero el susto aún no se me ha pasado.
PD: Estos de blogger me estan decepcionando mucho. La mayoría de las veces no puedo comentar en vuestros blogs. Si veis que hace mucho tiempo que no comento, la culpa es de ellos, que yo entro y os visito a todas horas!!