El centro de mi vida

Ilusa de mí. Y yo que creía que dominaba mis sentimientos... y resulta que no, que el tiempo va pasando y tú, que todavía no eres ni una imagen, que no se espera que llegues hasta dentro de un año por lo menos, te apoderas de mis pensamientos, mis planes, mis intenciones y mis motivaciones... y si ahora se me pasara cualquier otra cosa por la cabeza, pasaría a ser tuya también.
Todo lo que concierne a mi vida, lo mido con la varilla de lo que se espera de tu madre. Ya no es suficiente con que algo sea bueno para mí. No, no señor. Tiene que ser lo suficientemente bueno como para ser digno de tu madre. Así, mi trabajo ya no es bueno para mí, es bueno porque a tí te conviene que tu madre tenga este tipo de trabajo. Lo que estoy estudiando no me gusta sólo porque lo considere interesante, sino porque me resultará muy útil cuando sea tu madre. Mi casa ya no puede ser acogedora porque a mi me guste, tiene que ser acogedora para tí. Incluso Lolo (tu papá) ha pasado a ser juzgado ya como tu padre.... y yo aún no sé lo que necesitas de nosotros... porque no sé quien eres.
Bueno, eso no es del todo cierto... sé lo más importante... eres nuestr@ hij@. Hace ya mucho que estás con nosotros, sin estar. Y ya te queremos. Por eso, poco a poco, te has convertido en el centro de mi vida. Y en la de tu padre, que aunque lo disimula mejor, de vez en cuando se le nota que te piensa a todas horas.

Creo que, a esto que me pasa, hay quien lo llama preparar el nido... Buffffff.... tiempo hay.... a ver si queda bien...