Vivo sin vivir en mi, que dicen algunos.
Todos los días me levanto, me preparo para el trabajo y me enchufo al ordenador. Lo primero, buscar noticias sobre Costa de Marfil...
Resulta agotador. Pero soy incapaz de no hacerlo. Cada hora o 2 horas vuelvo a buscar. No encuentro muchas noticias, y las que encuentro suelen ser malas... de vez en cuando alguna regular, y me emociono, pero no dura mucho. Me preocupan los marfileños, mucho. Lo que más, de verdad. Y me preocupan los adoptantes. Las autoridades españolas han decidido paralizar el envío de expedientes (normal!!) hasta que se resuelva la situación. Y no sabemos que pasa con los expedientes que están ya allí. Esperemos que no se pierdan!! Y que alguna vez cumplan su función. Además, no hago más que pensar en 2 familias que dijeron en el foro que les habían asignados. Eso fue en Octubre, y no creo que hayan podido ir a por sus hijos... no quiero ni pensar como estarán ellos.
Luego me bebo todo lo que escribís en vuestros blogs. Incluso me enfado si un día estáis un poco vagos en general y no aparecen muchos post. Me consuela leer como se van cumpliendo los sueños de los demás, cada idoneidad, cada asignación, cada pequeño que llega a su casa. Pero no comento... no me da la gana!! Lo siento mucho, pero creedme, tal y como tengo los ánimos, no valdría la pena perder el tiempo leyendo lo que escriba, así que en realidad os hago un favor no comentando.
Por lo demás, todo sigue adelante. Lolo y yo seguimos dándole duro a los estudios. Yo ya tengo los primeros exámenes a la vuelta de la esquina, y los de Lolo se acercan cada vez más. También lo doy todo en el curro. En estos tiempos, hay que arrimar el hombro más que nunca. Y juntando todo, apenas tengo tiempo para comer, dormir algo y cuidar mi higiene personal.
Y así, dia tras día, semana tras semana, mes tras mes, va pasando el tiempo. Pasaron las Navidaes, y menos mal, porque esos días sí que estuvimos hundidos. Jamás pensé que yo, que adoro las fiestas, fuera a pasar unas Navidades tan amargas. Pero ni todos los Belenes del mundo, ni las reuniniones familiares y de amigos, ni los villancicos en todos los idiomas, pudieron evitarlo.
Menos mal que yo soy muy positiva, incluso me obligo a serlo, y me aferro a todo lo que sí tengo, que no es poco: un marido maravilloso, la mejor familia del mundo, unas amigas estupendísimas, los perros más guapos y más nobles que existen sobre la faz de la tierra (cada día me tienen más chocha, por cierto). Pero esta sensación de que el tiempo se me escapa entre los dedos, que transcurre sin que esté sirviendo para nada, me tiene derrumbada. Así que, como decía, estoy, pero no estoy...