¿Qué se siente cuándo termina un reinado?

Ahora metida en plenas fallas, quiero que sepáis qué se siente cuando termina un reinado fallero.
Qué se siente cuando recuerdas todo el año anterior, las risas y los llantos, pero dada la naturaleza humana, mucho más las risas, borramos los llantos para ser más felices.
Qué se siente, cuando te das cuenta de que ya has estado en la cumbre de la fiesta, salvo en la cumbre más alta de la ciudad, a la que no has querido acceder, porque ya has llegado dónde querías, donde habías soñado desde niña, y que ya pasó, y no volverá, lo hayas disfrutado a tope o no.
Qué se siente cuando, pese a haber estado descolgada todo el año, primero por cansancio, y después por las obligaciones, vuelves al casal y la gente sigue demostrándote tu cariño de mil maneras.
Qué se siente cuando llega el último momento, para el cual no te habías preparado, y tu hermana sigue sacándote de un apuro y prepara mil cosas de comer, y otra amiga te prepara dos tortillas, y lo bajas todo a la calle y sabes que si no hubiera sido por esos angelillos que te han ayudado, no hubieras llegado a tiempo.
Qué se siente cuando oyes los chirimiteros llegar, y todo el mundo se planta delante de tí, y los cantaores entonan la tan conocida melodía de les albaes, y te cantan, te dicen que has dejado el listón muy alto como reina de la falla, que tú marido y tú sois de categoría, que tú familia es tan fallera que hasta Leia lo es (mientras que ella, sentadita detrás de nosotros lo escucha).
Querría que lo supieras, querría poder explicarlo, pero no puedo, hay que vivirlo. Sólo puedo deciros, que todo esto junto lo viví yo el sábado pasado, día 7, cuándo vinieron a cantarme la última albà de mi vida.

Os pongo un enlace a un video para que escuchéis como suenan las dolçainas y els tabalets, el tono de la melodía, y lo que hace el versaor, aquí.

Y las poquitas fotitos que me sacaron el sábado a la puerta de mi casa.